San Antonio, Escazú | El jueves 3 de diciembre se llevó a cabo en las oficinas de la Asociación para la Conservación y Desarrollo Sostenible de los Cerros de Escazú (CODECE) la firma de un Código de buenas prácticas y conductas ambientales en la Zona Protectora de los Cerros de Escazú (ZP-CE) por parte de propietarios, senderistas ecológicos y miembros de CODECE. La ZP-CE abarca 7 160 hectáreas y fue creada con el fin de proteger cinco cuencas hidrográficas principales: de los ríos Tabarcia, Poás, Agres y Uruca, que abastecen de agua a varias comunidades de Puriscal, Mora, Santa Ana, Escazú, Desamparados y Aserrí.
La ZP-CE es el área natural más cercana a San José. Esto ha provocado presiones importantes por causa de desarrollos urbanísticos en crecimiento constante, además de las actividades agrícolas y pecuarias que se mantienen en ascenso. Por la cercanía a la Gran Área Metropolitana, existe una visitación muy alta de gente a la Zona Protectora, que incluso ha incrementado con la pandemia por las necesidades de zonas cercanas para la recreación, generando una sobrecarga en esta área protegida.
Con el debilitamiento de los presupuestos de SINAC, también sus prioridades de gestión se inclinan a la atención de otras áreas como Parques Nacionales. En la Zona Protectora Cerros de Escazú el SINAC cuenta solamente con un coordinador y un Concejo Local, pero las capacidades de acción son muy reducidas.
La iniciativa para recuperar la ZP-CE
En este contexto, CODECE comenzó a trabajar con una serie de grupos de jóvenes que se dedican en tiempo parcial a vender servicios de guía turística. El turismo se caracteriza por ser gestionar actividades recreativas y de alto rendimiento. Por este perfil, muchas veces no se desarrolla empatía con la naturaleza y se realizan prácticas que no son convenientes al entorno. Unos siete grupos de guías turísticos de San Antonio de Escazú, se organizaron y desarrollaron una propuesta de Código de buenas prácticas y conductas ambientales. Todo un desafío por tratarse de regular actividades que se vienen realizando prácticamente por la libre hasta ahora.
Además de CODECE y los grupos de Guías senderistas, se ha sumado una Asociación de Propietarios que se concentra principalmente en San Miguel de Escazú y se consideran también afectados por esta visitación descontrolada, con el fin de coordinar y fiscalizar la aplicación de las buenas practicas establecidas en el Código.
.Quemas, basura y pérdida de calidad ambiental por deterioro, han sido los problemas principales que se buscan prevenir con la iniciativa conjunta entre ambientalistas, turismo y propietarios coinciden en la necesidad de comenzar a regular las actividades y desarrollar un modelo de co-manejo comunitario de la Zona Protectora. En ese camino SINAC y la Municipalidad de Escazú también se han acercado.
Una Comisión General compuesta por todos estos actores, se encargará de fiscalizar el cumplimiento de más de 50 prácticas que se limitarán según el área, pues habrá diferenciaciones entre lo que denominan de mínima y baja intensidad o de mediana y alta. Una siguiente etapa tras este acuerdo sobre el Código, incluye la elaboración de mapas y rotulaciones.
Imagen: Firma de compromiso de cumplimiento voluntario del código de buenas practicas ambientales. Fotos de Meylin Chamorro.
Combatiendo el abandono de las Zonas Protectoras
Esta iniciativa de CODECE reivindica la importancia de cuidar el ambiente en las Zonas Protectoras. Según señaló Sánchez, la política de centralización en el abastecimiento de agua a la Gran Área Metropolitana por parte de AyA, ha jugado en contra de las Zonas Protectoras, creadas desde los años 70´s, pues en lugar de protegerse desconcentradamente las muchas fuentes de agua que rodean la GAM, se propicia su abandono al traerse el agua desde zonas alejadas, minimizando así su importancia.